Mercado de Tirso de Molina

Hoy visitamos uno de los pocos mercados que van quedando en Madrid, la especulación, los grandes almacenes y los Centros Comerciales, han conseguido que cada vez sea más difícil encontrar en los barrios los productos necesarios para la compra diaria. Desde no hace mucho, los mercados decidieron modernizarse para atraer al público, muchos viendo como funciona el mercado de San Miguel ( personalmente creo que de mercado solo le queda el nombre) decidieron seguir su ejemplo y convertirse en tiendas especializadas en productos gourmets, otros decidieron compartir espacios con Mercadona o Ahorra Mas y los menos no han querido perder el espíritu para el que fueron concebidos y mezclan el tipo de clientela, la de toda la vida que acude a la compra diaria y los que quieren almorzar o tomar un aperitivo. Este mercado está más cerca del de San Fernando en Lavapiés que a diferencia del de San Miguel o el de San Antón, parecen más enfocados hacia el turismo.

Comparación de los planos. En el de la izquierda, de Facundo Cañada 1900, se aprecia el nombre de la Plaza como Tirso de Molina

El mercado de Tirso de Molina se encuentra cerca de Madrid Río, en las proximidades del Paseo de Extremadura y entre las calles de Doña Urraca y Doña Berenguela. Se tienen datos de la existencia de esta plaza desde 1853, entonces se llamaba Plaza de San Isidro, en 1898 pasó a llamarse Plaza de Tirso de Molina, cuando se edificó el Mercado en 1932, adopto el nombre de la plaza, posteriormente en 1941 se cambió el nombre de nuevo y pasó a llamarse Plaza de Huarte de San Juan, el mercado se quedó con el nombre de Tirso de Molina y llevaron el nombre del dramaturgo al centro de la capital concretamente a la antigua Plaza del Progreso.

Manuel Azaña impulsó un plan para construir mercados de barrio y de abastos que reunieran las debidas condiciones higiénicas-sanitarias. Fruto de ese impulso nace este mercado municipal con pabellones seriados cubiertos a dos aguas y dispuestos transversalmente , el exterior con zócalo de granito y ladrillo visto, con un piso de altura ejemplo de la arquitectura civil de la Segunda República. Construido en 1932 por Francisco Roca Simó y seguramente influenciado por Luis Bellido autor del cercano Matadero de Madrid.

La Guerra Civil y la intensa defensa de Madrid, hizo que el eje del paseo de Extremadura se convirtiera en un frente de batalla, con el edificio inmerso en él y logró sobrevivir a la contienda y a los obuses que le dejaron cicatrices todavía visibles hoy en día (dos vigas del techo dobladas)

Viga doblada por Obus

Como curiosidad, sobre las dos entradas principales, en el exterior puede verse el escudo de Madrid con corona mural (escudo republicano) y no real.

Fuentes y Bibliografía:

ABC

Bienvenidos a Madrid

Madridlánea

COAM

Madrid Art Decó


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