El denominado Madrid Moderno está situado entre lo que hoy son las calles de Cardenal Belluga, Roma , Avenida de los Toreros, Cartagena y Castelar.

En 1890, en terrenos de Mariano Santos Pinela, abogado, empresario y político, se decide edificar lo que a ojos de muchos sería el barrio más europeo de Madrid, un conjunto de pequeños hotelitos pensados como segunda vivienda o residencia para días festivos o vacaciones. En sus inicios tuvo bastantes detractores, pues la construcción se sospechaba llena de influencias políticas y al parecer sin licencias municipales, en 1891, ya avanzada su construcción (cerca de 45 hotelitos construidos y 32 en construcción) se ordena su paralización. A los dos años, Francisco Navacerrada se hace cargo de la deuda al Ayuntamiento y encarga a Martinez Calonge que legalice lo construido y termine lo que queda, Julian Marín , primer arquitecto ya se había retirado del proyecto.
El proyecto se puede dividir en tres fases:
Una primera fase con viviendas unifamiliares de estilo neomudejar, con ladrillos en dos colores y decoración cerámica, edificadas por Julián Marin entre 1890 y 1892, en las esquinas de las calles se situaron torreones circulares, aunque actualmente solo queda el de la calle Castelar y Cardenal Belluga, estos torreones eran muy similares al de la casa de las Bolas, esquina Alcalá con Goya obra del mismo arquitecto. Las casas tenían tres niveles, con planta en L y un patio interior. Estaban retranqueadas a la vía pública con un mirador central acristalado y de madera que a modo de soportal protegía la entrada a la casa con un pequeño jardín exterior.
En las siguientes fases, se mantuvo el mismo espíritu, se pasó de la madera al hierro y de los detalles neomudejares a los modernistas pero conservando la estructura del hotelito retranqueado con mirador adelantado.
La segunda fase es llevada a cabo por Mauricio Martínez Calonge entre 1892 y 1901, continuó lo hecho anteriormente. En esta fase se añade al barrio una zona de ocio, el Parque Rusia con salón neoárabe e incluso una montaña rusa.
Es en la tercera fase donde Valentín Roca dota a los chalecitos de elementos modernistas, paneles decorativos con elementos vegetales y vistosos chapiteles que coronan los miradores, en esta tercera fase toman parte más arquitectos (Santiago Castellanos, Carlos de Luque, Pedro Muguruza, entre otros muchos).

Actualmente quedan unos pocos chalecitos , algunos muy mal restaurados y otros han desaparecido, una muestra más de la desidia de los distintos ayuntamientos que ha tenido la ciudad que nunca han cuidado los edificios ,destruyendo o dejando desaparecer gran parte del patrimonio arquitectónico de Madrid. Los chalecitos han quedado reducidos a tres calles, Francisco Navacerrada, Roma y Castelar.
En las siguientes fotos se puede apreciar como en algunos casos hay que adivinar la existencia de los antiguos miradores, en otros casos los han intentado arreglar desapareciendo su identidad , a otros se les ha añadido plantas, en definitiva malviven en compañía de otros edificios y se convierte en todo un reto encontrar vestigios de lo que fue el barrio.
Para comparar lo que fue y pudo haber sido, os dejo unas fotos antiguas:
Fuentes y Bibliografía: