Hoy vamos a hablar de un Madrid distinto ya desaparecido, un Madrid prácticamente olvidado pero al que hay que tener siempre presente, concretamente vamos a hablar del barrio de las injurias.
Cuando a mediados del siglo XIX se aprobó el plan Castro y con él las obras del ensanche de la capital, se empezaron a proyectar nuevos barrios y nuevas zonas de viviendas para la ciudad. Mientras empezaba a construirse el Madrid modernista, el barrio de Salamanca o los palacetes del Paseo del Prado, como contrapartida fueron surgiendo barrios o zonas donde la vida no era tan idílica y era mucho más dura, a la capital van llegando personas de todo tipo en busca de trabajo y no siempre lo consiguen, cuando la demanda empieza a verse superada por la llegada de trabajadores, estos se tienen que alojar malviviendo en zonas del perímetro y se llena de trabajadores, obreros, traperos, mendigos que hacinados en casas de alquiler diario, salían por el centro de la capital a buscarse la vida.
Uno de esos barrios, quizás el más representativo, recibió el nombre de Cristo de las Injurias, por un humilladero que allí existía, y terminó llamándose Barrio de las Injurias, situado entre el paseo de las Acacias y la glorieta de Pirámides, y fue fielmente reflejado en las obras de Pío Baroja y Arturo Barea.
….Madrid está rodeado de suburbios, en donde viven peor que en el fondo de Africa un mundo de mendigos, de miserables, de gente abandonada.
¿Quién se ocupa de ellos? Nadie, absolutamente nadie. Yo he paseado de noche por las Injurias y las Cambroneras, he alternado con la golfería de las tabernas de las Peñuelas y los merenderos de Cuatro Caminos….He visto mujeres amontonadas en las cuevas del Gobierno Civil y hombres echados desnudos al calabozo.He visto golfos andrajosos salir gateando de las cuevas del cerrillo de San Blas y les he visto contemplando cómo devoraban gatos muertos.
…Y no he visto a nadie que se ocupara en serio de tanta tristeza….
Pío Baroja: «Crónica: Hampa» El Pueblo Vasco (1903)
En los periódicos se empieza a dar noticias sobre el barrio en los primeros años del siglo XX, es en esa época cuando los problemas de salud se hacen más patentes, a la falta de alcantarillado y servicios sanitarios se une la proliferación de la delincuencia cada vez mayor, la descripción que de ello hace Pio Baroja es desoladora:
El barrio de las Injurias se despoblaba, iban saliendo sus habitantes hacia Madrid…Era gente astrosa: algunos, traperos; otros, mendigos; otros, muertos de hambre; casi todos de facha repulsiva. Era una basura humana, envuelta en guiñapos, entumecida por el frío y la humedad, la que vomitaba aquel barrio infecto. Era la herpe, la lacra, el color amarillo de la terciana, el párpado retraído, todos los estigmas de la enfermedad y la miseria
Pio Baroja, Mala Hierba pagina 461.
En 1906, el alcalde, Alberto Aguilera, dentro del plan de higiene de la Villa de Madrid, decide demoler el barrio de las injurias, ese año, un invierno de lluvias y nieve prácticamente arrasa con el barrio, ahogando gallinas, llenando de fango las calles y destruyendo viviendas, la noticia sobre la desaparición del barrio se puede leer en esta pagina del ABC
En 1909 se efectúa la demolición de la Casa del Cabrero con cerca de 800 familias viviendo allí, era el último vestigio que quedaba del barrio, aunque siguieron construyendo chabolas durante un tiempo, el barrio aparece por última vez reflejados en los planos de 1950 obra de A.Menendez
En la actualidad no queda ninguna referencia al barrio.
Aquí os dejo unas fotos tomadas prestadas de Flickr, en las que se puede apreciar las condiciones de vida que tenían que soportar las personas en aquel barrio, parecen más propias de la quimera de oro de Charlot o de algún libro de Dickens que de una urbe en pleno crecimiento.
Hay que destacar, que muy cercano a este barrio, estaba el de las Cambroneras principalmente poblado por gitanos y de aspecto tan miserable como el de las injurias. Estaba situado entre los terrenos de la ya desaparecida fábrica Mahou y el Vicente Calderón.
Como nos informa Baroja en «La busca», todos los viernes salían de los barrios pobres en procesión los mendigos formando la tristemente célebre procesión del harapo en dirección al camino alto de San Isidro a recibir la doctrina, a cambio de escuchar sermones que daban las señoras de la alta sociedad, recibían ayuda, comida, ropa o sábanas limpias.
«Por el Puente de Toledo pasaba una procesión de mendigos y mendigas, a cual más desastrados y sucios. Salía gente, para formar aquella procesión del harapo de las Cambroneras y de las Injurias; llegaban del paseo Imperial y de los Ocho Hilos; y ya, en filas apretadas, entraban por el puente de Toledo y seguían por el camino alto de San Isidro a detenerse ante una casa roja.»
-Esto debe ser la Doctrina- dijo Roberto a Manuel, señalandole un edificio, que tenía un patio con una figura de Cristo en medio.
Pio Baroja «La Busca» pag.55
Otras referencias sobre el barrio de las Cambroneras las podemos encontrar en colaboraciones del propio Pio Baroja para El pueblo Vasco, Vicente Blasco Ibañez en su obra La Horda y Galdós en Misericordia.
Estos barrios afortunadamente ya han desaparecido de donde estaban, aunque desgraciadamente es muy común ver en Madrid a personas viviendo en la calle, durmiendo en cartones y mendigando. Mucho queda todavía por recorrer para ser una sociedad modélica.
Fuentes y Bibliografias:
Trilogía La forja de un rebelde de Arturo Barea
Trilogía La busca por la vida de Pio Baroja
El Madrid de Baroja de Carmen del Moral Ruiz
La horda de Vicente Blasco Ibañez
Misericordia de Benito Pérez Galdós
Antiguos cafés de Madrid y otras cosas
Los planos están sacados de este visualizador cartográfico
Madrid 
Reblogueó esto en Espacio de alfonsoy comentado:
Interesante Madrid el de entonces
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